"La lengua mentirosa" Serie: Lo que el Señor aborrece y abomina

La lengua inflige más daño que una espada

— Agustín

Proverbios 6:16–19 RVR60

16 Seis cosas aborrece Jehová, Y aun siete abomina su alma: 17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente, 18 El corazón que maquina pensamientos inicuos, Los pies presurosos para correr al mal, 19 El testigo falso que habla mentiras, Y el que siembra discordia entre hermanos.

Amados, hoy con la ayuda del Señor continuaremos con nuestra serie de predicaciones en Proverbios6:16-19 que titulamos “lo que el Señor aborrece y abomina”. En nuestro anterior sermón vimos una de las 7 cosas que el Señor aborrece, a saber, los ojos altivos. Ahora bien, el propósito de esta serie es poder llevarnos a tener un cambio en nuestras vidas. Por lo cual debemos preguntarnos según aprendimos en el anterior sermón:

¿Cómo hemos estado en relación a los ojos altivos, el orgullo? ¿vertical y horizontal?

Amados, no olvidemos que este pecado el Señor aborrece, abomina… ¿Hemos de perseverar en ello?

Hoy, debemos avanzar a ser confrontados con otro pecado que es lastimosamente practicado a diario por los incrédulos pero aún peor, tristemente ejercido por aquellos que dicen amar a Cristo, a saber, la mentira.

Nuestro pasaje dice:

Proverbios 6:17 RVR60

17 Los ojos altivos, la lengua mentirosa, Las manos derramadoras de sangre inocente,

Exposición del texto

Exposición doctrinal

Aplicaciones

1. Exposición del texto

Proverbios 6:17 (RVR60)

17 la lengua mentirosa

Nuestro texto es corto y claro, pero debemos entender las grandes implicancias que tiene esta exhortación

En primer lugar, las Escrituras al referirse a la lengua, en este contexto se está refiriendo a las palabras que comunica una persona, por lo que no se está refiriendo literalmente al sentido del gusto. Ahora bien, la lengua es un órgano que fue creado para alabar al Señor pero esta no es usada correctamente debido a la naturaleza del hombre caído.

En segundo lugar, nuestro texto condena no la lengua por sí misma, no, sino la que es mentirosa, es decir, aquel individuo de pervierte la verdad de una forma deliberada.

Entonces, nuestro texto nos está enseñando que el bendito Dios Trino, no solo desaprueba la mentira sino que aborrece y abomina al que lo practica. Se ha dicho muchas veces que “Dios aborrece el pecado pero no al pecador” pues esa frase es contraria a nuestro texto, ya que el Señor abomina y aborrece al pecador de lengua mentirosa.

2. Exposición doctrinal

El mentiroso es un ser aborrecible y abominable por el Señor porque trata de distorsionar la realidad del decreto de Dios y promueve en favor de su egoísmo aquello que la providencia del Señor no ha obrado.

Ahora bien, vivimos en un contexto donde la mentira es hallada como una herramienta aprobada para avanzar con la realización de los “sueños” o metas del individuo en todos los niveles. La aprobación de la mentira de parte de los hombres es debida a la continua práctica normalizada, ya que se oye decir “si todos lo hacen y no hay consecuencias inmediatas, sino que trae soluciones a conflictos, entonces es correcto mentir” pero, para que comprendamos y temamos porqué el Señor aborrece y abomina al mentiroso, hemos de hablar de la mentira en primer lugar.

La mentira según la Palabra de Dios

Dios no miente ni puede mentir (Nm. 23:19), no cabiendo ni pudiendo caber en Él por cuanto Él es la realidad primera y última y absoluta contra la que atenta toda mentira (cfr. 1 S. 15:29; Tit. 1:2; He. 6:18).

El origen de la mentira está en Satanás (Jn. 8:44), que presentó una falsa imagen de Dios a Eva, empujando a la primera pareja a la muerte (Gn. 3:1–6).

Prohibida en la Palabra de Dios (Éx. 20:16; 23:7)

Se anuncia castigo sobre el que la practica (Pr. 19:5, 9).

La mentira es aborrecida por Dios porque destruye la recta comprensión de la realidad («andamos en tinieblas», cfr. 1 Jn. 1:6), con lo que el hombre se desvía del verdadero conocimiento y comunión con Dios.

La mentira por excelencia es la negación y oposición a Cristo, negando el testimonio de Dios (1 Jn. 2:22; 5:10).

Los hombres se pueden mentir a sí mismos (Stg. 1:22), confundiendo los propios deseos con la realidad;

pueden mentirse entre sí (Lv. 19:11);

pueden mentir a Dios (Hch. 5:3, 4), aunque desde luego no puedan engañarlo.

La mentira destruye la confianza entre los hombres, oscurece el entendimiento, y lleva a la destrucción eterna (Ap. 21:7; 22:15).

Por su parte, Jesús, Dios mismo manifestado en carne, es la misma verdad, la verdad acerca de Dios, y la verdad de lo que Dios quería que fuera el hombre, el cúmulo de todas las perfecciones (cfr. Jn. 14:6). Por ello, aquel que tiene comunión con el Padre y con su Hijo Jesucristo, exclama de corazón: «la mentira aborrezco y abomino; tu ley amo» (Sal. 119:163).

La mentira es aborrecida por el justo (Pr. 13:5);

El convertido a Cristo se aparta de su antigua forma de vivir y, andando en novedad de vida, debe desechar la mentira y hablar la verdad (Ef. 4:25; cfr. Mt. 5:33–37).

Razones por las que el Señor aborrece y abomina al mentiroso

Hay 4 razones por las que el mentiroso es aborrecible y abominable ante los ojos de Dios

Por la semejanza con el demonio.

El mentiroso se hace hijo del demonio.

En efecto, satanás: Gen 3.4: "De ningún modo moriréis". Mas otros son hijos de Dios, los que dicen la verdad, porque Dios es la verdad.

Así, algunos hombres son del linaje del diablo y son llamados hijos del diablo, a saber, los que dicen mentiras; porque el diablo es mentiroso y el padre de la mentira, como se dice en Juan 8.44 .

Porque por sus palabras se conoce de qué región y patria es un hombre: "Porque tú misma habla te da a conocer", como se dice en Mt 26.73 .

Por ser una herramienta de disolución de amistad y comunión

En efecto, los hombres viven juntos, cosa que no podría ser si entre sí no dijesen la verdad. Dice el Apóstol en Ef 4: "Despojándoos de la mentira, hable cada uno verdad con su prójimo, porque todos somos miembros unos de otros".

Porque lleva a deteriorar el estima de un hombre

En efecto, al que acostumbra mentir no se le cree, aunque diga la verdad. "¿Qué se puede purificar con lo que es inmundo? ¿Y el mentiroso qué verdad puede decir?".

Porque lleva a la perdición del alma.

En efecto, el hombre mentiroso da muerte a su alma. Lucas 12:19–20 “19 y diré a mi alma: Alma, muchos bienes tienes guardados para muchos años; repósate, come, bebe, regocíjate.20 Pero Dios le dijo: Necio, esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?”

Los falsos maestros Jeremías 23:32 “32 He aquí, dice Jehová, yo estoy contra los que profetizan sueños mentirosos, y los cuentan, y hacen errar a mi pueblo con sus mentiras y con sus lisonjas, y yo no los envié ni les mandé; y ningún provecho hicieron a este pueblo, dice Jehová.”

3. Aplicaciones

A modo de instrucción: Amados debemos tener un concepto más bíblico de la mentira que mundano, ya que como vimos la mentira (a diferencia de la opinión común) es un pecado terrible que el Señor abomina y aborrece.

A modo de exhortación: Tengamos cuidado de mentir en las diferentes direcciones que vimos el día de hoy, por ejemplo:

Al Señor: Hebreos 4:13 “13 Y no hay cosa creada que no sea manifiesta en su presencia; antes bien todas las cosas están desnudas y abiertas a los ojos de aquel a quien tenemos que dar cuenta.”

A nuestro prójimo:

Cuando ocultamos la verdad por no ofenderlo o por no ser exhortados

Cuando cambiamos la verdad por mentira para obtener un beneficio de nuestro prójimo

A nosotros mismos:

Cuando ocultamos nuestro mal proceder con tal de no sentir las consecuencias

Cuando no aceptamos la providencia del Señor para con nosotros

Cuando somos confrontados con la Palabra del Señor pero decidimos posponer el llamado al arrepentimiento. En última instancia, nuestro arrepentimiento para salvación se basa en que nos hemos mentido durante toda nuestra vida en relación a nuestro bienestar espiritual, haciéndonos creer que no seremos jamás juzgados y que nuestra vida tiene un propósito diferente al que Dios ha estipulado en su decreto eterno.

A modo de exhortación: Cuidemos de no mentir a quienes están bajo nuestro cuidado.

Proverbios 29:12 RVR60

12 Si un gobernante atiende la palabra mentirosa, Todos sus servidores serán impíos.

Una nación es llevada a la ruina por hombres mentirosos que ocultan y cambian la verdad por la mentira

Una familia es llevada a la ruina por padres que mienten entre sí.

Un alma es llevada a la ruina cuando cree la mentira de satanás y la cambia por la verdad de Cristo.

A modo de exhortación a los miembros de la iglesia: Jamás usen una mentira con sus hermanos (ej. estado de sus almas), porque lo único que ocasionarán es que su comunión esté en peligro y pronto a perderse. (Ejemplo de Ananías y Safira)

A modo de instrucción pastoral. Amado ministro, los hermanos que llevas a la patria celestial con el cuidado que prestas están atentos a tus palabras, ni se e ocurra mentir en tu vida ministerial y aún peor con la enseñanza de las Sagradas Escrituras.

A modo de consuelo: Amado creyente, tu eres una nueva criatura en Cristo, tu estás asistido por el Santo Espíritu de Dios para glorificar a su Señor con tu vida, por lo tanto, sí puedes luchar y vencer en Cristo el ser un mentiroso. Como hijo del Señor debes aborrecer lo que tu Padre aborrece, por lo tanto te digo, Oh amado cristiano, ¡Aborrece y abomina la mentira!

A modo de exhortación: Amigo, en este mundo solo existe la verdad de Dios y la mentira de satanás, la dependencia plena de Dios o la autonomía del hombre, la salvación en Cristo, la vida sin propósito, la vida y la muerte, a ti que estás lejos de Cristo te insto a correr a los brazos del salvador, ve tras la verdad, tras la vida.